En un mensaje divulgado en redes, Clara López nos dice que, en su condición de ciudadana independiente está recorriendo el país, reuniéndose con dirigentes sociales y políticos de todas las regiones, para culminar en un gran Encuentro Nacional para tomar decisiones. Que en el entretanto ha decidido iniciar la recolección de un millón de firmas que respalden con gente de carne y hueso la presencia destacada en las encuestas y participar con ellas en una eventual consulta interpartidista para seleccionar una candidatura para 2018. Agrega que ha tenido conversaciones muy constructivas con muchos sectores: Verdes, Así, Aico, Petro, Up, Liberales de distintas tendencias, organizaciones sociales, Voces, y que continúa en esa tarea. Finaliza su mensaje diciendo que hay buen ambiente para la convergencia. Tal como lo he planteado en reiterados escritos, sigo pensando que es la hora de Clara López, por múltiples razones: es el quien más conoce el Estado, todas las encuestas la ubican en los cuatro primeros lugares con Vargas, Fajardo y Petro, no tiene resistencia en el establecimiento y tiene el apoyo de todo el centro-izquierda.
Por las fotos que aparecen en las redes y las noticias que se van filtrando, los sectores de centro-derecha y extrema derecha ya han avanzado bastante en acercamientos. En cambio, en la izquierda y el centro-izquierda los encuentros han sido ocasionales y fríos. Previendo la necesidad de que estos sectores lograran un entendimiento, con el tiempo suficiente (agosto/2016), escribí una Carta sin sobre a los Inconformes de Colombia, instándolos a buscar acuerdos para llegar con un solo candidato presidencial y listas unificadas para el Congreso en 2018. Luego, he escrito varios artículos en ese mismo sentido. Hoy, veo con preocupación, que a cinco meses de la inscripción de listas legislativas, y a siete meses y medio de la inscripción de fórmulas presidenciales, en el campo de centro-izquierda no hay acercamientos reales. Por eso observo, que es hora de ir concretando acuerdos programáticos y electorales.
Una consulta interpartidista para que tenga efectos positivos y prácticos, conviene hacerla antes del 11 de noviembre de este año. No se puede esperar a consultar en las elecciones legislativas, por cuanto las fórmulas presidenciales –presidente-vicepresidente– hay que inscribirlas antes del 27 de febrero de 2018 y no admiten modificaciones. Si se hace antes del 11 de noviembre se puede llegar a muchos acuerdos que consoliden la convergencia. Por ejemplo, quien ocupe el primer lugar, será el candidato presidencial; quien ocupe el segundo, vicepresidente; el que obtenga el tercer lugar, cabeza de lista de Senado; quien quede de cuarto, cabeza de lista de Cámara por Bogotá. Si en verdad se piensa en el riesgo en que está la sociedad colombiana –volver trizas los acuerdos de La Habana, y por ahí a todos los defensores de la paz, como hicieron con la Up, es el objetivo de la extrema derecha¬–, nadie puede negarse a prestar su valioso concurso en el Congreso de la República, si no tiene inhabilidades para ser elegido. No todos podrán hacer parte de una fórmula presidencial de convergencia, pero es la hora de los grandes sacrificios individuales a favor de los más caros intereses colectivos.
Como cada uno de los precandidatos anda muy atareado en su precampaña, propongo que entre todos deben nombrar un comité pequeño, de personalidades de la más alta ponderación y acatamiento, que no tengan aspiraciones presidenciales, que se sienten con quienes hoy hacen parte de la baraja y concreten unas reglas de juego, tanto programáticas como electorales, que sean aceptadas por todos. Finalmente sugiero, que todos los precandidatos de centro-izquierda hagan un fervoroso llamado a los jóvenes, para que su preocupación y generosidad por Colombia la expresen el 11 de marzo y el 27 de mayo de 2018, como candidatos y electores. Que no esperen a hacerlo el 12 de marzo y el 28 de mayo, porque así como fue el 3 de octubre de 2016, en esas fechas del 18, ya estaremos frente a hechos cumplidos.
Junio 7 de 2017.